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Verano - Capitulo 9

Hace 3 meses llegue a Buenos Aires. Aun recuerdo como la vi a lo lejos y aunque llevaba un año y medio sin verla y tenia el cabello completamente distinto la reconocí de lo lejos. Solté mis maletas y salí de atrás de uno de mis compañeros de viaje y con un gran abrazo la salude. No podía creer que la tuviera de nuevo frente a mis ojos.

Caminaba con Marxe por el pasillo del primer piso del bloque 12. La vi caminando en dirección contraria a la mía. Tenía una falda larga amarilla; una camisa verde limón; aretes rojos, una bandana amarilla, negra y verde y los dreids amarrados detrás de la bandana. Se detuvo frente a nosotros y comenzó a hablar con Marcela. No escuche de qué hablaron. Estaba absorbido por su belleza, una belleza que se lograba sentir con los ojos cerrados. No sabía su nombre pero la saludaba cada que nos cruzábamos en los pasillos y en el parque de El Poblado.

Un día la vi sola en el parque y me le acerque a saludarla y a conversar con ella. Me llamo por mi nombre y yo avergonzado no fui capaz de preguntarle el suyo. Inteligentemente le pregunte su MSN, Torriel. Obviamente no se llamaba así, pero espere online a que se conectara y poder ver su nick o su información en línea. Por fin se conecto y su nick me lo dijo todo: Lola. Tenía todo el sentido del mundo. Una chica tan bella y especial como ella solo se podía llamar Lola. Le dije de inmediato a Marxe que se llamaba Lola, que por fin sabíamos su nombre. Algunos días después en la universidad le dije "Lola" y ella me pregunto por que le decía así, yo extrañado le dije: pues... así te llamas... no?? Rió con su risa aguda que sale del alma e inunda de felicidad a todos los que la oíamos y me dijo que se llamaba Karina. Si Lola era un nombre hermoso para ella Karina era el perfecto. 3 meses tarde en descubrir su verdadero nombre.

Su aura de felicidad que llenaba cada rincón de donde estuviera y que contagiaba a todos los que estábamos cerca no será apagada por ese fatal accidente. Cada que me fume un porrito, ella estará al lado mío riendo y contándome que hace ahora que no esta con nosotros. Gracias vida, por permitirme vivir estos 3 últimos meses cerca a ella, por dejarme abrasarla y reír con ella una ultima vez.

Karina, siempre estarás con nosotros.

2 comentarios:

Marce dijo...

Gracias a ella, por abrir su alma... en sus ojos verdes se veia que venia del mar, de las plantas y de la sonrisa y la carcajada bacana, esa que escuche hoy al ir a la universidad.... ver donde nos encontrabamos para escapar de la realidad... y soñar... soñar con encontrarnos algun dia en Buenos Aires o por Europa en un cafè y compartir el silencio, o lo que estuvieramos leyendo...

Cuantas peliculas comentaste con ella??? porque para empeliculados y ustedes dos. Me alegro que la hayas abrazado. y te hubieras reido con ella.

Anónimo dijo...

qué? le pasó algo?